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Los influenciadores, ahora catalogados como creadores de contenido, son aquellas personas que logran influir a un determinado público cuando comparten su opinión o experiencia, recibiendo una renumeración o contraprestación de una manera u otra.

Actualmente existen dos claros grupos de personas con notoriedad en redes sociales: los perfiles que ya son conocidos previamente por el gran público (actores, periodistas, presentadores, políticos, deportistas, etc.) y personas que han salido del anonimato tras conseguir un relativo éxito en redes sociales.

El hecho de ser un personaje más o menos público variará en el interés y las tarifas del contratante, ya que la denominada reputación digital estará contrastada previamente. No será lo mismo pertenecer al grupo de los «influyentes» que al de los «influencers»; el impacto y la trascendencia sobre la comunidad será diferente.

Una vez hecha esta importante distinción entre ambos grupos, existen varios tipos de ‘influencers’ teniendo en cuenta el número de seguidores que atesoran en sus cuentas:

‘Nano-influencers’

Aglutinan de 1.000 a 5.000 seguidores. Aunque las cifras no son especialmente elevadas, son perfiles que empiezan a tener un cierto impacto sobre comunidades localizadas.

‘Micro-influencers’

Este es el perfil «tipo» con el que se está trabajando con continuidad en los últimos meses. Actualmente, su influencia y valoración por parte de las empresas es muy alta. Este grupo abarca a personas que tienen entre 5.000 y 100.000 seguidores. Son perfiles que empiezan a monetizar en mayor o menor medida a través de productos o pequeños acuerdos económicos sus trabajos, teniendo un ‘engagement’, un criterio y una reputación notable entre la comunidad que realmente les sigue. Es tal el impacto de este grupo, que no hay una tarifa base establecida. Hay perfiles que monetizan sus 30.000-40.000 seguidores a 300-500 euros, y otros que por 12.000-15.000 ‘followers’ pueden llegar a facturar 500-700 euros por colaboración. El abanico de posibilidades y prestaciones es infinito.

‘Macro-influencers’

En este punto llegamos a profesionales que han dado el salto de una región localizada a un público nacional mucho más global. De hecho, son perfiles que habitualmente trabajan con representantes o agencias especializadas en marketing digital. Se estima que en este nivel ‘macro’ se sitúan las personas con una comunidad de entre 100.000 y 500.000 seguidores. En los dos puntos anteriores, los generadores de contenidos digitales complementan su trabajo habitual con colaboraciones ‘extra’. En este nivel, el salto profesional a ‘influencers’ como oficio principal es definitivo y habitualmente no bajan sus tarifas de los 800-1.000 euros por colaboración puntual. Si hablamos de trabajos continuados, las cifras varían.

‘Fama-influencers’

En este nivel los números pasan de los 500.000 seguidores al millón de ‘followers’. Estos perfiles, salvo raras excepciones, pertenecen a personas que participan en otros medios de comunicación como revistas de moda, del corazón, programas o ‘realities’ de televisión… Las cifras por las prestaciones de servicios se disparan, las marcas con las que trabajan son de primer nivel y en este punto, son las agencias quienes habitualmente negocian las tarifas de cada cliente.

‘Mega-influencers’

A partir del millón de seguidores cambiamos el término ‘influencer’ por el de ‘celebritie’. El salto internacional ya es una realidad y tienen todo tipo de ‘followers’. En este grupo encontramos a famosos con una notable proyección nacional e internacional y a las ‘bloggers’ con más de una década de recorrido que ya han alcanzado una fama internacional.

Fuente: https://www.forbes.com/sites/henrydevries/2020/12/16/seven-digital-marketing-trends-for-2021/?sh=444350f16d56